Laura
El Design Thinking es una metodología basada en un conjunto de principios que ayuda a las empresas a resolver problemas complejos a través de 5 fases:
Basándose en estas mismas 5 fases, Jake Knapp creó en Google en 2010 un proceso de 5 días (reducido a 4 en su versión 2.0) llamado Design Sprint, lo cual ofrecía una manera estructura y acotada de innovar, validar ideas en un periodo corto de tiempo.
Esto se consigue reduciendo las fases de Lean Startup (que defiende que un proyecto debe pasar por un proceso circular de Idear, Construir, Lanzar y Aprender) a solo trabajar en las fases de Idear y aprender antes de invertir más tiempo y recursos.
Los Design Sprints mejoran la colaboración, reducen riesgos, alinean al equipo hacia una misma dirección, mitigan la incertidumbre y aceleran las ideas hacia algo tangible.
Cuando tienes un gran reto a resolver: Es el momento perfecto, porque nos permite explorar y validar ideas antes de invertir tiempo y recursos en su desarrollo.
Cuando quieres presentar a tu equipo o directivo una propuesta para destinar más presupuesto a un proyecto: Al crear prototipos de alta fidelidad en un corto período de tiempo, puedes presentar una propuesta concreta y tangible a tus superiores o stakeholders. Esto les permite entender mejor el potencial del proyecto y tomar decisiones informadas sobre la asignación de presupuesto.
Cuando ya hay un producto existente y se quiere mejorar, pero no se sabe por dónde empezar: Este caso tiene una ventaja, y es que ya partimos de una experiencia previa, lo que significa que ya hay un conocimiento y un aprendizaje detrás de todas las ideas que surjan.
Cuando hay disparidad en hacia dónde debe ir un proyecto: Los Design Sprints son ideales para alinear a equipos multidisciplinarios en torno a un objetivo común y tomar decisiones estratégicas decidiendo conjuntamente.
Cuando la inversión económica o de tiempo es alta: Al llevar a cabo un Design Sprint, se puede obtener retroalimentación rápida de los usuarios y validar conceptos clave, lo que ayuda a reducir el riesgo de crear un producto que no responda a las necesidades del mercado.
Y es que no: como hemos visto en el punto anterior, el Design Sprint no sirve para todo. Veamos ahora en qué casos es mejor irnos a una alternativa.
Cuando no es un problema de diseño: de los distintos aspectos que se deben tener en cuenta en un proyecto (deseabilidad, viabilidad y factibilidad), en un Design Sprint se trabaja la deseabilidad.
Cuando no es suficiente con un prototipo hecho en un día: si el proyecto es demasiado grande, querremos abarcar demasiado y nos dejaremos algo por el camino. El Design Sprint funciona especialmente bien para retos muchos más precisos. Por ejemplo, es mejor centrarse en mejorar el proceso de Onboarding que una aplicación entera.
Cuando no tenemos suficiente información para realizar la primera parte del proyecto: en estos casos, recomendamos realizar un Research Sprint, que se centra en investigar para recopilar la información necesaria.
Así que te has decidido a dedicar 4 días a un gran reto por resolver. ¡Genial! En ese caso, te acompañaremos en todo lo que necesites para llevar a cabo este workshop dentro de tu empresa. ¿Qué necesitas para llevarlo a cabo?
Escoge un reto importante: Encontrarás cierta reticencia a invertir 4 días en algo no tangible, especialmente a directivos: Para convencerles, es necesario que el reto a resolver tenga el suficiente peso para que los beneficios de encontrar una solución sean mayores a los impedimentos para no hacerlo.
Busca a los expertos y calendariza una entrevista: Enfocándonos el primer día en entender, lo hacemos escuchando a los expertos, ya sean de dentro de la empresa o usuarios, pero no es necesario que estén en el resto del workshop, por lo que enviaremos una convocatoria para realizarlas en 20 minutos. Las entrevistas durarán 2-3 horas en total.
Reúne a un equipo para el Sprint: Es importante que sea multi-funcional, ya que distintos puntos de vista darán distintas soluciones.
Busca a alguien que tome decisiones: A menudo será un superior que está relacionado con ese sector o proyecto, y precisamente ese perfil no tendrá 4 días para estar en un workshop; consigue que esté sobre todo la primera parte del lunes para obtener información, y la primera parte del martes para votar.
Bloquea 4 días en el calendario de tu equipo
Consigue una sala y suministros para los ejercicios: Post-its, rotuladores, una pizarra, café, snacks… ¡y un reloj!
Estos 4 días los destinaremos, como vemos, a las mismas fases que ya habíamos visto en el esquema de Design Thinking, y a continuación presentaremos las tareas para cada uno de ellas; las técnicas utilizadas a menudo requieren de más explicación, para ello, y en lugar de hacer más extensible este artículo, escribiremos a lo largo de las semanas entrando al detalle de las técnicas que mencionamos a continuación.
El tercer día, ya tenemos una solución con cara y ojos. Pasémosla ahora a la persona que mejor se le da hacer prototipos, para que convierta los bocetos trabajados en algo que podamos poner a prueba.
El último día nos centramos en testear la solución.
Tras estos 4 días, tenemos un prototipo en alta fidelidad y un informe de toda la información recapitulada. Podemos aprovechar este último día para presentar los resultados al cliente o a los directivos interesados en la solución, o bien iterar en la solución con el feedback recibido el día anterior.
¿El Design Sprint se usa solo para productos digitales? No necesariamente productos digitales, pero deben ser relacionados con el Diseño y la deseabilidad del proyecto (por ello se llaman Design Sprints). Es decir, es posible que el reto inicial sea más abierto y dé pie a ideas que no tienen que ver con Diseño; el Design Sprint funciona hasta llegar a ese punto, de poder realizar Brainstorming para solucionar ese problema. Sin embargo, no se podrá pasar al Prototipado en casos de ideas que no se puedan ‘diseñar’.
_¿Y si no sabemos dibujar o mi equipo no es creativo? _ No es necesario que sepáis dibujar, de hecho uno de los mandatos en el Design Sprint es ‘Feo está bien’, ya que el boceto debe usarse solo como una herramienta de expresión para reflejar tus ideas, y en ningún caso se juzgará el aspecto sino la solución que ofrece. Respecto a la creatividad, habrá quienes están más desentrenados que otros, pero creemos firmemente que el ser humano es creativo de por sí; además, la creatividad no debe asociarse sólo al mundo artístico o de diseño, cada uno en su ámbito es creativo.
Si el reto es sobre el sector de márketing, ¿el equipo del Sprint debe ser el de Márketing? No, de hecho cuanto más multifuncional, mejor. Lo que sí que condicionará el hecho de que sea sobre Márketing es los expertos a los que se entrevistará, y quizás al tomador de decisiones a elegir.
¿Se deben hacer deberes para atender a un Design Sprint? Si bien no es necesario hacer trabajo previo como tal, sí que es importante asegurarnos de que el equipo y los expertos conocen lo suficiente acerca del reto (o de los usuarios en el caso de ser un producto).Hay algunos casos más complejos en los que se realizará un Research Sprint antes.
Muchas empresas deciden hacer Design Sprints por el simple hecho de querer hacerlos y con la promesa de una solución en una semana. Pero el caso es que el Design Sprint solo funciona cuando se ha llegado a él por necesidad, y se usa este método como lo que es, un método para encarar un reto y llegar a su solución mediante la co-creación.
Hasta aquí estas primeras nociones para realizar un Design Sprint por vosotros mismos; si crees que tenéis un reto a resolver o una idea a validar pero no queréis hacerlo solos, haznos llegar un mensaje mencionando ‘Design Sprint’ y nos ocupamos nosotros del re(s)to.
Imagen de portada de Kelly Sikkema.